BLOG PEDAGOGÍA COTIDIANA: "LA COHERENCIA"
13 Enero, 2020
Uno de los criterios más importantes es el de la coherencia con uno mismo y en la pareja. Con uno mismo porque lo que le digamos a nuestros hijos debemos cumplirlo siempre si no queremos deshojar nuestra autoridad como una margarita. Es importante la proporcionalidad y el sentido común a la hora de, por ejemplo, poner un castigo. No le debemos decir que estarán un mes sin salir porque no lo vamos a poder cumplir y entonces perderemos credibilidad. Es mejor decirle: “hoy no sales, ya te iré diciendo si lo ampliamos”. Cumplir con nuestra palabra refuerza nuestra autoridad y establece criterios y límites en nuestros hijos que les son necesarios en su educación. Tenemos que educar con la palabra pero, sobre todo, con el ejemplo. Decir una cosa y hacer otra es un desastre en nuestra tarea de educadores de nuestros hijos. Por ejemplo, no le podemos decir a nuestros hijos que lean porque es bueno y que nunca nos hayan visto a nosotros con un libro en la mano. En la pareja necesitamos tener muy claros cuáles son los criterios, los límites y los valores que deben regir las relaciones dentro de la familia. No podemos decir una cosa y que nuestra pareja diga la contraria. Estaremos liándoles y propiciando la picaresca de buscar las rendijas para que nos cuelen por ahí todos sus desvaríos. Les estaremos enseñando que deben hacer una cosa cuando están con la madre y otra cuando están con el padre. La familia no puede permitirse este desorden. La coherencia es un criterio fundamental en la educación de nuestros hijos. Tanto nuestra coherencia personal como la coherencia en la pareja ¿Nos lo hemos planteado ya o aún no? No lo dudes, nos ayudará a resolver muchas situaciones conflictivas en casa, presentes y futuras.
La educación de nuestros hijos es una tarea prioritaria para nosotros. Nos gustaría que nos dieras tu opinión dejando un comentario. ¡Ánimo!

Buenas tardes,
tanto padres como educadores tenemos como principal labor ser el ejemplo de nuestro hijos y alumnos. Por ello el primer paso es tener claro que imagen queremos darles y que disciplina nos aplicamos a nosotros mismos. Es bueno que de vez en cuando se haga una reflexión personal donde hagamos balance de aquello que queríamos conseguir y hemos conseguido y aquello que no se ha podido realizar y analizar el por qué para su mejora. Esto le da cierta coherencia a nuestra vida y nos proporciona unas metas y objetivos, si esto lo aprecian los hijos y alumnos, de igual manera sabrán ponerse metas y objetivos a conseguir y a responder ante las consecuencias.