BLOG PEDAGOGÍA COTIDIANA:«SOLIDARIDAD CIUDADANA».
17 Marzo 2020
Estamos ante una situación sin precedentes para casi todos. Inimaginable e inesperable. Una situación de alarma global propia de las películas de ciencia ficción. Pero es una realidad. Por eso, lo primero que tenemos que hacer es darnos cuenta y aceptar que estamos ante una situación grave e inédita. No nos queda otra que sacar lo mejor de nosotros y hacer el esfuerzo necesario para superar esta pandemia. Las autoridades sanitarias nos están informando claramente de cuál es nuestro papel en esta crisis. Disciplina social. No podemos ir a nuestra bola. Es hora de la responsabilidad y de la solidaridad ciudadana. Lo segundo que tenemos que hacer es no crear bulos ni alarmismos en nuestro entorno o en redes sociales. Tenemos también que cuidar el cumplimiento de las medidas higiénicas como el lavado de manos, no tocarnos la cara, mantener la distancia de al menos un metro con los demás, evitar las aglomeraciones, … Debemos permanecer en casa y no salir salvo caso de extrema necesidad siempre manteniendo las distancias y ayudando a nuestros mayores y personas dependientes para que puedan estar atendidos. Tomarnos la temperatura de vez en cuando y usar los teléfonos de urgencia sólo en caso de necesidad. A los centros sanitarios sólo debemos acudir en caso de imperiosa necesidad para dejarlos disponibles para los que lo necesiten. No debemos acumular más cosas de las que necesitamos. Ya nos están garantizando los suministros por lo que no tenemos que comprar compulsivamente o porque lo hagan otros. Tenemos que cuidarnos bien para no poner en riesgo a los demás. Todo momento, por duro y grave que sea es una ocasión para educarnos juntos con los demás. Y más si nos enfrentamos a un desafío personal y colectivo tan enorme como éste. Cumplamos con nuestras obligaciones ciudadanas y ayudemos a todo el que podamos. Es una oportunidad de Solidaridad Ciudadana. Unidos saldremos de ésta y podremos estar orgullosos de haberlo conseguido juntos. Pero todos tenemos que poner de nuestra parte. Ánimo y a pelearlo.

Puedes dejarnos tu comentario.
Estos días de confinamiento obligado son una buena oportunidad para comprobar juntos el poder transformador de la solidaridad y su capacidad para cambiar un modelo social donde impera el «sálvese quien pueda» y el egoísmo de quienes todo lo poseen. La pirámide de valores actual es contraria al principio esencial de cuidar del otro, en especial, del más desfavorecido. ¡Démosle la vuelta! Ojalá resurja una conciencia colectiva que con su fuerza nos empuje a una sociedad basada en la fraternidad. Y vencidas todas «las coronas», bienvenida sea la «pandemia viral» de la ayuda mutua y la solidaridad.
La solidaridad incluye eso que planteas. Pero es mucho más. Debe ser crítica en muchos aspectos.
-Hay doctores como Juan Gervas, Rafa Bravo, Natalia Prego Cancelo… que plantean que el REMEDIO ES PEOR QUE LA ENFERMEDAD. Hay mucho al respecto en internet y no voy a meterlo aqui. También se plantea si todos podemos estar igual en casa. Si aumentaran otras enfermedades. Si Corea del Sur frenó la cosa con otra política.
-Solo a un gobierrno con careta de izquierda se le tolera esta reiterada manipulación
Ahora más que nunca tenemos que sacar lo mejor de nosotros y ayudarnos mutuamente. En estas situaciones además tenemos que dar ejemplo a los más pequeños de la casa y mantener la calma, compartir en todos los aspectos, no solo materiales, sino compartir momentos y reflexiones ante la situación.
No debemos olvidar que los actos humanitarios nos hacen ser lo que somos, y debemos luchar juntos, solo así conseguiremos vencer esta pandemia. Mucha fuerza y mucho ánimo en estos días tan duros.
Gracias por el post.
Durante todos estos años atrás en nuestra sociedad ha imperado la ley del más fuerte, del consumismo desmedido, el «yo» antes que «el nosotros», el explotar los recursos como si nunca se fueran agotar… y es en estos momentos cuando todos estamos tomando conciencia del valor real de las cosas. Este parón nos está sirviendo para poner en valor la importancia de la colectividad, las personas que tenemos alrededor y que por el ritmo del día a día ni te paras en pensar en ellas, y sobre todo, para valorar los gestos más sencillos como un abrazo, una acaricia o un beso. Por eso toda esta pandemia pasará, pero seguro que nosotros ya nunca volveremos a ser iguales (o eso deseo pensar) porque ahora hemos aprendido que la felicidad está en pequeños gestos y que necesitamos del otro para continuar nuestra andadura en este mundo.