BLOG PEDAGOGÍA COTIDIANA:«FAMILIA: ESCUELA DE SOLIDARIDAD».
20 Marzo 2020
Recordamos estas sabias palabras del Papa Francisco en Cuba: «Tener un lugar a donde ir, se llama Hogar. Tener personas a quien amar, se llama Familia, y tener ambas se llama Bendición. Educar en la solidaridad significa entonces educarnos en la humanidad. Apoyar y proteger a la familia para que eduque a la solidaridad y al respeto es un paso decisivo para caminar hacia una sociedad más equitativa y humana». En estos críticos momentos de clausura obligatoria en casa, constatamos nuestra suerte y damos gracias a Dios por todo lo que tenemos. Lo más importante es la Familia. Es nuestra protección, la que nos cuida. A quienes debemos cuidar. Los que más nos quieren y a quienes más queremos. La que nos comprende y perdona para que seamos mejores. La familia es, sin duda, la institución básica de la sociedad. La sociedad se deteriora cuando se deteriora la familia. Gracias a la familia tenemos sociedad. Lo estamos comprobando en la actualidad. En la crisis de 2008 vimos cómo gran parte de la población pudo sobrevivir gracias al apoyo afectivo, moral y económico de su familia. Muchos mayores acogieron con los brazos abiertos a muchos de sus hijos que se vieron obligados a regresar porque la crisis imposibilitó su emancipación. Los abuelos cuidan de sus hijos y de sus nietos. Los padres cuidan de sus padres y de sus hijos. Los hijos cuidan de sus padres y abuelos. La familia es una célula de amor que nutre a sus componentes e inyecta ese ADN a todas las instituciones sociales con las que se roza. La familia, como la escuela de solidaridad que es para sus miembros, traslada también esa solidaridad a su bloque de vecinos, a sus asociaciones, empresas, centros educativos, ONG´s, ayuntamientos… La familia es la reserva de la naturaleza solidaria del ser humano a quien no para de limpiar de las impurezas de la vida social infectada de egoísmo, materialismo y hedonismo. Pero la familia no se hace sola. Hay que currárselo. Hay que sacrificarse para poder disfrutar de ella. El que quiera leche de la vaca tendrá que arrimarle un poco de hierba para que coma. Quien no tiene la capacidad de sacrificarse por su familia puede quedarse sin ella. Si la mitad de nuestras familias se están desestructurando es porque nos falta un poco más de amor en forma de sacrificio, comprensión, presencia y perdón. Merece la pena luchar por la familia, esforzarse en su construcción. Y también luchar para evitar su destrucción. No debe talarse la rama sobre la que se halla uno sentado. Ni morder la mano que te da de comer. En estas duras semanas de confinamiento tenemos ocasión de reflexionar sobre el valor de nuestra familia. Podemos comprobar que la familia es la base de nuestra existencia y la garante de nuestra felicidad. Protejamos la familia. ¡Ánimo, que merece la pena!

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buenos días!!
Me parece un texto muy acertado y con el que reflexionar. Yo estoy lejos del familia y, en estos momentos, es cuando más lo valoras. Son un gran apoyo aún en la distancia y velan por mi en todo momento. Gracias a las nuevas tecnologías, a poder hacer videollamada… esto se hace más llevadero.
Es imprescindible valorar lo que tenemos cuando aún podemos disfrutarlo, luego será demasiado tarde. Demostremos a nuestras familias cuanto las queremos y hacerles saber que estamos ahí para ellos.
Mucha fuerza a todos para continuar con esto.
¡Un abrazo!
Que gran verdad, la familia es lo que somos, los valores, la humildad, el amor, que grande mi familia y que los echo de menos. Deseando volver a poder comer con ellos, un abrazo, un beso; esto que nos esta pasando nos recordará que los pequeños detalles son los que nos hacen como personas. Fuerza y amor. Un beso a todos.
El valor de la familia es el gran tesoro que está desgracia nos deja. Luchemos y varolemos aquello que se nos da gratis pero que cuesta y vald mucho. Un abrazo maestro
Hola!
En estos momentos es cuando más nos damos cuenta lo que nos necesitamos los unos a los otros… ¡cuánto nos echamos de menos! y en muchas ocasiones, antes de que pasara esto, no lo valorábamos…
Se tiene que sacar el lado bueno de esta situación sabiendo que la felicidad no es tenerlo todo sino ser feliz con lo que se tiene y es una cuestión de actitud y lo que está ocurriendo nos está dando la oportunidad de pensar y reflexionar que tenemos lo más importante que es la familia, por tanto, cuando todo esto pase seguro que la valoramos muchísimo más.
A pesar de la situación que estamos viviendo, esto nos hace ver lo que realmente es importante y lo que tenemos que cuidar, que es nuestra familia.
Buenos días!
Un texto, un sentimiento que, ahora mismo, nos sentiremos muy identificados todos.
Para mí, mi familia es lo más importante en mi vida, los que están y estarán pase lo que pase, a los que echas de menos mucho cuando vives lejos de ellos(como es mi caso), los que te apoyan y aconsejan aunque sepan que te puedes equivocar, pero que saben que estaran ahí si te caes. En mi caso también hago mención a otro blog de Los abuelos, no hay cosa más preciosa que esa, que gran tesoro, lo sé porque mi abuela para mi es todo y lo doy y daría todo por ella, jamás me ha fallado y siempre en mis 31 años ha estado ahí y dándome todo. Siempre le digo que ojalá tuviera 100 años más para dedicarselos. La adoro.
Mucho ánimo y fuerza para todos y vuestra familia. Pronto nos veremos
Un saludo
Antes no valoraba el simple gesto de dar un beso, un abrazo o simplemente el estar con las personas que quiero, eran cosas cotidianas que haces todos los dias y no le das el valor que realmente tienen, ahora que no puedo hacerlo, puedo decir que en esos pequeños gestos está la felicidad. De todo lo malo, se saca algo bueno y creo que en estos duros momentos nos servirá a todos para valorar a nuestra familia y amigos un poco mas que antes.
¡Ánimo a todos!
Buenos días!!aunque no sea los mejores por desgracia con todo lo que estamos viviendo y pasando, pero este tema es así, para mí, la familia es el pilar fundamental que tiene que haber en nuestras vidas, porque entre todos nos podemos ayudar y apoyar, y siempre estaremos juntos luchando con las adversidades de la vida, además que soy muy familiar y necesito saber de ellos/as todos los días, porque me enseñaron el valor de permanecer siempre juntos en lo bueno y en lo malo, y a día de hoy, es lo que hacemos, por tanto, estoy completamente de acuerdo con el blog, y me mucha pena aquellas personas que no pueden disfrutar de una familia unida, pero cada uno tiene la responsabilidad de decidir si quiere mantener la familia que tiene, por ello, por desgracia, hay personas que por no ser como deberían de ser, o por circunstancias de la vida, no pueden tener esa familia unida, pero pienso que siempre hay que luchar por lo que uno/a quiere e intentarlo hasta que se consiga, por el bien de esos niños/as que necesitan a sus padres. Un saludo a todos y a seguir valorando lo que tenemos.
La familia, nuestro gran tesoro. En estos difíciles momentos lo que nos queda es la familia, es lo que nos salva de esta crisis mundial, el afecto, cariño y cercanía de los nuestros (estando lejos también se puede estar muy cerca). En mi caso tengo suerte de poder estar al lado de ellos y disfrutar de su presencia que muchas veces falta nos hace, aunque manteniendo la distancia de seguridad y sin poder abrazar, besar… Quien no tenga esa suerte, cuando puedan estar al lado de los suyos lo valorarán mucho más y lo disfrutarán el triple. El mundo se ha parado, pero lo que es imparable e invencible es el AMOR, el amor lo puede todo y en estos momentos es lo que nos hace subsistir. Contando los días para poder volver a abrazar a los míos. Un beso a todos.
Vivir estos días alejados de casa, teniendo a toda tu familia lejos se hace difícil y nos recuerda cuán importante es un abrazo, un gesto de cariño, una sonrisa. Estar confinados no hace pensar en la vida tan agitada que llevamos y nos para a pensar, a reflexionar en las cosas importantes y en lo que dejamos de lado, creo que estás son de las pocas cosas buenas que podemos llevarnos de esta situación. Los gestos tan sencillos como los que se están viviendo, aplausos por nuestro personal sanitario, ayudar al anciano de nuestro edifico a la compra, nos unen, nos hacen comunidad y nos recuerda que a pesar de que nuestra familia está lejos, debemos estos días mirar y pensar que todos somos una gran familia y que juntos podremos salir de esto, más fuertes y más unidos.
El mundo ha hecho una pausa para que en ese torbellino de vida y de estrés que llevábamos, donde le dábamos importancia a cosas banales, veamos que todo puede ser efímero y que nos olvidábamos de lo verdaderamente importante, de vivir, de pasar tiempo con los nuestros, abrazar, dar un beso… Párate a pensar qué cambiarías de tu vida cuando todo vuelva a la normalidad y no olvides que tu familia ha estado ahí siempre, que te apoya y que nos necesitamos mutuamente.
Saquemos de este infierno algo positivo, reflexionemos y démosle un giro al mundo, que parece que lo necesita.
Un texto muy acertado en este momento en el que nos vemos obligados a parar, simplemente a parar. En nuestra vida diario estamos tan ocupados que ni siquiera nos detenemos a reflexionar y a ser conscientes de lo que ya tenemos, siempre queremos más. Ahora que podemos, es momento de mirar a nuestro alrededor y ver que, como bien se dice, nuestra familia es nuestro bien más preciado, nuestro gran apoyo diario, quienes siempre están ahí y no habíamos sabido ver su valor hasta ahora. Lo que pensábamos que podía ser eterno, hemos sido conscientes de que puede dar un giro de 180º y cambiar completamente de la noche a la mañana.
Yo me encuentro lejos de mis seres queridos en este momento de confinamiento, lejos de mis grandes pilares, y os animo a mirar a quien tenéis a vuestro lado y decirle cuánto le queréis. El amor muchas veces se da por sentado y olvidamos la importancia de expresarlo; es en estos momentos cuando necesitamos que todo este amor que llevamos dentro salga y nos arrope. El amor vence al miedo que nos rodea.
Cuando por fin volvamos a ser libres, recordemos cómo nos hemos sentido estos días. No olvidemos lo que este tiempo de pausa nos está enseñando. Seamos conscientes de que nos necesitamos los unos a los otros y expresémoslo abiertamente, demostremos este amor que nos define como seres humanos.
¡Un abrazo a todos!
Nuestra familia, nuestro gran apoyo, las personas que nunca nos abandonan, las que nos ayudan y en las que siempre podremos confiar. ¿Qué importante es nuestra familia, verdad?
Es en estos momentos de adversidad en los que nos paramos a pensarlo, y a darle valor a los pequeños detalles, a esos gestos de amor que nos dedican a diario. Dad gracias siempre y valoremos a nuestra familia, pues es el regalo más grande que una persona puede tener.
Vemos este confinamiento como una extraordinaria oportunidad para estrechar lazos con nuestra familia? Somos de los que siempre dominan la conversación o hemos aprendido a escuchar?
Quizás el pasar tanto tiempo con nuestra familia hará que descubramos hermosas cualidades en ellos y nos ayude a seguir puliendo las nuestras.
El planeta nos ha parado, nos ha parado para que valoremos lo que tenemos. Llevamos un ritmo de vida tan acelerado que no sabíamos la importancia de ese beso, ese abrazo, esa sonrisa tan de cerca…
Entre todos volveremos a la normalidad pero mucho mejor que antes, porque volveremos aprovechando y exprimiendo esos momentos con la familia, con los amigos, con los nuestros.
Esta situación pasará. Un abrazo.
FAMILIA, que palabra tan bonita y con tanto significado….En estos momentos, la vida nos recuerda que nos necesitamos, que tenemos que estar más unidos que nunca. No podemos olvidar que la familia es donde se conforman los valores que determinan nuestro desarrollo. Especial mención merecen todos y todas las personas que forman ese núcleo, al que llamamos FAMILIA, desde las personitas más pequeñas, pasando por lo jóvenes, adultos y personas mayores (las más castigadas en esta pandemia).
Por último, añadir esta frase que me decían mis abuelos «Todo pasa, todo llega». Y llegará ese momento, el que todo haya pasado, donde volvamos a ver a los nuestros y seguir disfrutando como lo haciamos antes. Seguro que de esta cuarenta aprendemos y sacamos algo positivo, como darle más importancia a todo lo que tenemos y nos rodea.
Hace unas semanas le confesaba a una amiga la preocupación que tenía algunas veces cuando me despedía de mi familia en Atocha, volviendo a mi residencia en Sevilla tras pasar un fin de semana de visita. Le comentaba que, pensando y pensando, me entraba el miedo por la incertidumbre de no saber cuándo les podría volver a ver. Lo que no sabía es que ese miedo se haría cada vez más real debido a la terrible situación que estamos viviendo estos días. Es por eso que, ahora más que nunca, debemos empezar a valorar lo que tenemos, a no guardarnos ningún beso, ningún abrazo, ningún » te quiero».
No desaprovechemos ningún instante, es el momento justo para ofrecer todo el amor que podamos dar, ya que supone el recurso más fuerte que tenemos en este momento para mantenernos firmes y unidos contra esta crisis.
Ojalá no nos olvidemos de esto el día que todo pase. Yo tengo muy claro lo que haré nada más salir de mi casa. Mucha fuerza y un abrazo.
Estos días me tienen inquieta, estar en la misma ciudad que mi madre, abuelos, tíos.. y no poder abrazarlos, decirles que les quiero y que todo va a ir bien, me está demostrando lo mucho que los necesito. Y que son los que me dan fuerzas para seguir entre cuatro paredes y no desesperarme. Son personas más vulnerables que los jóvenes que aquí habitamos frente a esta situación de gravedad, y por ello no me pesa quedarme dos semanas o tres meses encerrada en casa, por ellos y por todas las personas que como ellos son más vulnerables y nos necesitan más que nunca, debemos estar ahí, apoyarnos y ayudarnos, al fin y al cabo hacerlo por ellos, estar más unidos que nunca aunque sea en la distancia. Creo que estos días pueden servirnos a todos para reflexionar y darnos cuenta de lo que verdaderamente importa, un abrazo, un beso, una sonrisa, incluso una peleilla tonta de vez en cuando y una reconciliación.
El otro día estuve comentando con mi pareja en los valores que nos va a transmitir esta situación, el valor de compartir con la persona que esta situación le ha dejado sin recursos, el valor de la bondad ayudando a aquellas personas mayores que no pueden salir, entre otros, pero para mi el más importante fue el de la humildad, todos y cada uno de nosotros nos estamos dando cuenta, que unidos podemos vencer a cualquier cosa, que juntos somos más fuertes y la importancia de preocuparnos por nuestro entorno tanto conocido como desconocido.
Os envío mucho ánimo, todo sea por los miles abrazos que daremos cuando salgamos de esta situación.
Para mi la familia lo es todo, ha sido así siempre, lo es ahora y lo será para siempre. Como bien dice el Papá Francisco, o al menos como yo interpreto sus palabras, hogar es todo aquel lugar donde estás cómodo y deseando de volver, por ello reflexionemos que mundo estábamos preparándole a nuestros descendientes ¿Quizás un mundo sano? ¿Querrían de verdad vivir entre tanta contaminación, mentira y violencia entre otras cosas?
Por otro lado familia es toda aquella persona que te hace sentir bien, que muestra la suficiente empatía para sentir como tu y darte tu espacio como ser humano en este mundo tan complicado, a veces no valoramos los gestos de aquel que te da la mano cuando estás a punto de caer o de aquel que te da el pañuelo cuando las lágrimas se desbordan. Si el ser humano mostrara toda la solidaridad y cordura que le caracteriza seríamos una gran familia dentro de un hogar sano llamado Mundo. Es difícil, siempre hay algún producto caducado que se estropea o una flor que se marchita, ayudémosle a no consumirse tan pronto y a florecer con fuerza. Es momento de estar todos unidos, no seamos individualistas porque familia si tú de verdad quieres somos TODOS.
Cuán acertado es este tema en estos días! Estos días de confinamiento nos van a enseñar a valorar lo verdaderamente importante de la vida: el amor y apoyo mutuo entre seres queridos. Llevo ya varios años lejos de mi casa, pero ahora más que nunca echo de menos los besos, los abrazos, los achuchones y los «tranquila que todo irá bien». Ahora es tiempo de paciencia y conciencia, y esperar que todo esto pase lo más pronto posible. Y cuando ese día llegué dar todo el cariño y amor guardado.
Un saludo y ánimo a todo@s💪💪💪
En estos duros momentos es cuando nos damos cuenta de que la familia siempre está para ayudarte y apoyarte. Perdi a mi papá cuando tenía diez añitos y lo echo mucho de menos, fue entonces y a lo largo de mi vida cuando fui entendiendo la importancia de dedicar tiempo a tus seres queridos, la importancia de ponerse en el lugar de los demás y sobretodo de mostrarle diariamente tu cariño y amor como mejor sepas, porque uno de los mayores valores de la familia es la incondicionalidad, el cariño y el amor que en ella se respira. Un abrazo enorme.
Cuanta razón, para mí no hay nada que no cure el amor de la familia ❤️, incluso a pesar de la distancia forzosa de estos días.