BLOG PEDAGOGÍA COTIDIANA: «¿SIRVE LA REPETICIÓN O NO?»
31 de Enero, 2020
En 2015, repitieron primaria un 16,7% y secundaria por primera vez un 22,6%. O sea, cuatro de cada diez niños andaluces repite curso alguna vez en su vida. Muchos de ellos hasta dos y tres veces. Dos tercios de los repetidores de primaria vuelven a repetir posteriormente en secundaria. En este curso 19/20, en Andalucía tenemos 1.401.083 niños y niñas escolarizados. Si nadie lo remedia, 233.980 niños y niñas repetirán curso en primaria y 316.645 niños y niñas repetirán en secundaria un curso o dos. 550.625 niños y niñas andaluzas están abocados a la repetición de curso. El gasto medio de un puesto escolar en Andalucía, según varios indicadores está en torno a los 9.000 euros. El presupuesto en repetición de curso supera el 10% del presupuesto de educación. Aunque nadie diga nada. Pero, aparte del enorme gasto o inversión, según como se mire, que supone la repetición de curso; la
pregunta es si sirve para algo o, por el contrario, es perjudicial para los alumnos. Existe una mentalidad predominante entre profesores y padres que cree que la repetición de curso es beneficiosa para el aprendizaje del alumno porque se da más tiempo, se puede madurar y se fomenta la cultura del esfuerzo. Sin embargo, también hay padres y profesores que piensan lo contrario. Muchos son los estudios a nivel nacional e internacional que abogan por la búsqueda de alternativas a la repetición al considerar que los efectos negativos son superiores a los positivos. Entre los argumentos contrarios destaca el que no se abordan las carencias del alumno, que supone la pérdida de un año escolar, obliga a la separación de su grupo de iguales, estigmatiza al alumnado repetidor, existe una correlación entre la repetición y un mayor riesgo de abandono escolar temprano, no hay una mejora de los resultados académicos y, finalmente, perjudica la igualdad de oportunidades educativas. Éste último argumento es también contundente porque los hijos de las familias con menos recursos económicos repiten cuatro veces más que los de las familias más pudientes. Con estos argumentos tan rotundos cabe concluir que la repetición de curso es rigurosamente perjudicial para nuestros niños y que supone un derroche económico para la bolsa común de los ciudadanos. De este tema hablaremos en profundidad en la Jornada Pedagógica que hemos organizado para debatirlo el viernes 27 de marzo en el Centro Cívico y Cultural de Montequinto. Estáis todos invitados a asistir gratuitamente aunque hay que inscribirse previamente porque las plazas son limitadas ¿Te interesa el tema? ¡Ánimo!

No nos acostaremos sin aprender algo nuevo… Saludos
Repetir las cosas para hacerlas mejor es bueno y necesario, ya que así desarrollamos capacidades, adquirimos destrezas o habilidades y asentamos aprendizajes. Esto vale para cualquier actividad física o intelectual. Lo malo, en el caso que nos ocupa, el de la repetición de curso en la enseñanza obligatoria, es que se suele hacer mal. Primero porque forma parte de una concepción selectiva de la educación, por la que siempre salen beneficiados los que parten con ventaja frente a los desfavorecidos que no tienen las mismas oportunidades ni los mismos medios o recursos. Y segundo porque se acaba dando más de lo mismo o, incluso, peor. Si lo que falla es la mala metodología y los contenidos sin sentido, así como la exigencia aparentemente justa de «a todos por igual, cuando son distintos» y eso se sigue manteniendo como ley invariable, lo que se consigue, en realidad, es repetir la mala experiencia de la frustración una y otra vez y, en consecuencia, ahondar en el doloroso sentimiento del fracaso. Así que el alumno se desanima aún más, pierde toda motivación para superarse y en lugar de convertirse -la repetición- en una segunda oportunidad, lo que se consigue es que el alumno tropiece de nuevo en la misma piedra, baje aún más su deteriorada autoestima y claudique, abandonando prematuramente los estudios.